Recomendaciones clave para la anestesia en veterinaria
La anestesia en veterinaria es indispensable hoy en día.
Los procedimientos que utilizan anestesia en veterinaria son comunes y existen recomendaciones para realizarlos de forma segura. ¿Qué beneficios y consideraciones debemos tener sobre el uso de ketamina y Xilacina en la práctica diaria?
Sin la anestesia, los procedimientos quirúrgicos modernos no podrían realizarse. Además de eso, los anestésicos hoy en día se utilizan ampliamente con diferentes fines y blancos terapéuticos. Por un lado, permiten eliminar la sensación de estímulos dolorosos; también se usan para realizar restricción de forma humanitaria o para completar un examen especializado; sirven para controlar convulsiones o se administran antes de la eutanasia (Riviere & Papich, 2018).
Conceptos básicos de anestesia en veterinaria
La anestesia se ha definido como la ausencia temporal de todas las sensaciones en el cuerpo o en una parte de este. Comúnmente, este proceso ocurre gracias a la administración de una sustancia química o fármaco que denominamos anestésico (Ettinger et al., 2016).
Para un procedimiento clínico o quirúrgico donde se debe utilizar anestesia, es recomendable hacer una evaluación previa del paciente. Esto permite conocer su estado fisiológico y prevenir cualquier reacción adversa o agravar una condición médica previa.
En veterinaria se ha utilizado la clasificación ASA (American Society of Anesthesiologist) que determina y clasifica al paciente entre los grados 1 al 5 de acuerdo con su estado sistémico y el riesgo frente a un procedimiento anestésico (Benney, 2017).
- ASA 1: son pacientes totalmente sanos y presentan un riesgo mínimo ante un procedimiento anestésico.
- ASA 2: el paciente tiene una enfermedad sistémica leve y presenta riesgo leve, por ejemplo, con diabetes controlada.
- ASA 3: paciente con enfermedad sistémica notoria y un riesgo moderado, por ejemplo, anémicos o deshidratados.
- ASA 4: paciente con enfermedad sistémica severa y que tiene un riesgo alto que compromete su vida, por ejemplo, animales en shock o patologías cardiacas no compensadas.
- ASA 5: paciente que no se espera que sobreviva y tiene riesgo extremo de morir, como los animales con politrauma o shock profundo.
En el mercado existen un gran número de medicamentos que causan depresión del sistema nervioso central, tales como opioides, fenotiazínicos, benzodiazepinas, barbitúricos, entre otros. Sin embargo, se debe considerar el concepto de anestesia balanceada que permite combinar varios de ellos y obtener sus beneficios al mismo tiempo que se reducen los riesgos (Galindo, 2002).
Etapas de la anestesia en veterinaria: ¿cuáles consideramos?
Una vez realizada la valoración del paciente y obtenida su clasificación ASA, se debe considerar el procedimiento a realizar. De esto depende el protocolo anestésico que se busque implementar y que garantice la seguridad, eficiencia y éxito del proceso.
Previamente, antes de iniciar la anestesia en veterinaria se recurre a la premedicación. En la premedicación se administran fármacos que minimicen el dolor (analgésicos), faciliten el manejo (con tranquilizantes o sedantes, anestésicos disociativos como la Ketamina y alfa-2 agonistas como la Xilacina). De esta manera, se busca mejorar el efecto anestésico, disminuir los efectos adversos del proceso y prevenir infecciones (con el uso de antibióticos) (Riviere & Papich, 2018).
Seguidamente, la anestesia inicia con la fase de inducción en la cual el paciente entra en anestesia y se deben obtener hipnosis, analgesia y relajación neuromuscular. Los agentes que suelen recomendarse son inyectables como el propofol o la ketamina (Galindo, 2002).
En el mantenimiento anestésico se recomienda la administración de agentes inhalatorios por su seguridad y costo-efecto, tales como el isoflurano. Por último, se debe considerar el periodo de recuperación post-anestésica donde se evalúan parámetros fisiológicos del paciente hasta que cese el efecto anestésico.
Cuando el paciente se encuentra en anestesia quirúrgica, puede estar entre los planos 1 al 4. Para determinar esto, se realiza observación del tamaño de las pupilas, evaluación del patrón respiratorio, la relajación de sus músculos, el color de las mucosas y los reflejos pedal y palpebral. Normalmente, se recomienda que el paciente se encuentre entre el plano 2 y 3 ya que son seguros y permiten un procedimiento correcto.
Cabe destacar que los anestésicos pueden administrarse por vías tópicas (cutánea o mucosa), en inyectables (intravenosa, intramuscular, intraperitoneal, intraósea y subcutánea), gastrointestinal (oral o rectal) o por sistema respiratorio (inhalada).
Así mismo, las técnicas de anestesia pueden causar dos tipos de pérdida de las sensaciones: anestesia local/regional o general. Para la anestesia general, se recomiendan agentes inyectables o inhalados.
Xilacina y Ketamina: ¿cómo funcionan estos fármacos?
La Xilacina se considera un alfa-2 agonista adrenérgico. De esta manera, este fármaco disminuye la liberación de los neurotransmisores en las neuronas al unirse a los receptores pre-sinápticos. Esto se traduce en la disminución de las respuestas nerviosas simpáticas, brindando analgesia, sedación y anestesia (Papich, 2015).
Por lo general, se recomienda el uso de Xilacina en premedicación y para generar sedación y mejorar la anestesia de corto tiempo en caninos, felinos, equinos y bovinos. En ocasiones suele combinarse con ketamina donde se obtiene un mejor efecto anestésico y analgésico en conjunto.
Entre los efectos adversos que pueden aparecer con el uso de Xilacina está el vómito en perros y gatos. Además, se recomienda hacer seguimiento cardiovascular durante los procedimientos que incluyan este principio activo (Plumb, 2018).
Por otro lado, la ketamina se clasifica como un anestésico disociativo. Todavía no se conoce su mecanismo de acción exacto, pero se ha encontrado que produce un efecto anestésico moderado y analgésico al actuar como un antagonista no competitivo en los receptores NMDA (Plumb, 2018).
Comúnmente, la Ketamina se recomienda para procedimientos anestésicos de corta duración por su acción durante 30 minutos aproximadamente. Además, se combina con analgésicos para el control del dolor profundo. Estas combinaciones permiten obtener un sinergismo que, a su vez, permite reducir las dosis utilizadas en un paciente, haciendo la anestesia en veterinaria más segura y eficiente (Papich, 2015).
Usos de la Xilacina y Ketamina en anestesia veterinaria
En anestesia veterinaria se recomienda plantear un protocolo anestésico para elegir los mejores principios activos y dosis de acuerdo con cada paciente, haciendo un procedimiento seguro. De esta manera, deben considerarse aspectos propios del paciente como la especie, edad y estado fisiológico. Además, otros aspectos humanos como la habilidad del anestesiólogo y cirujano, la disponibilidad de productos y el presupuesto de los propietarios.
De esta manera, se debe elegir la mejor combinación entre los fármacos de la premedicación y los anestésicos propiamente dichos.
En equinos se ha recomendado el uso de Xilacina al 10% como preanestésico gracias a su actividad analgésica y como relajante muscular. Por ello, Laboratorios ERMA recomienda EQUIET (Xilacina 10%) para realizar procedimientos diagnósticos en equinos como palpación abdominal o rectal, examen vaginal o de la boca, exámenes radiográficos. Además, EQUIET se puede utilizar durante procedimientos ortopédicos como vendajes, herrajes, férulas o descallado; en procedimientos dentales; en manejo de animales de temperamento agresivo y en procedimientos quirúrgicos de corta duración.
Adicionalmente, Laboratorios ERMA recomienda Xilacina 2% para procedimientos en caninos y felinos. A las dosis recomendadas y con la evaluación previa del paciente, se obtiene un buen efecto analgésico y anestésico para diferentes procedimientos. Este producto se combina con Ketamina para obtener mejores efectos y reducir las dosis requeridas. La Xilacina al 2% de Laboratorios ERMA es útil en procedimientos quirúrgicos menores o moderados en mascotas.
Por otro lado, para los procedimientos anestésicos Laboratorios ERMA recomienda Ketavet (Ketamina 50 mg/mL). Este producto puede ser utilizado en mascotas y equinos como anestésico disociativo en procedimientos de corta duración. Cabe recordar que es un medicamento de control especial. Así mismo, es recomendable su combinación con Equiet o Xilacina 2% para obtener sinergismo y ajustar las dosis a márgenes seguros.
Finalmente, se recomienda abordar a cada paciente como individuo y garantizar un protocolo anestésico seguro, eficiente y asequible que contribuyan con su bienestar y salud.
Referencias
- Benney, H. (2017). Dental Anaesthesia and Analgesia of the Dog and Cat. The Veterinary Nurse.
- Ettinger, S J., Feldman, E. C., & Côté, E. (2016). Textbook of Veterinary Internal Medicine-Inkling E-Book. Elsevier health sciences.
- Galindo, V. (2002). ACTUALIZACIÓN EN ANESTESIA DE PEQUEÑOS ANIMALES | Revista de la Facultad de Medicina Veterinaria y de Zootecnia. Revista de la Facultad de Medicina Veterinaria y de Zootecnia, 29(1), 27-32.
- Papich, M. G. (2015). Saunders handbook of veterinary drugs: Small and large animal. Elsevier Health Sciences.
- Plumb, D. C. (2018). Plumb’s veterinary drug handbook: Desk. John Wiley & Sons.
- Riviere, J. E., & Papich, M. G. (2018). Veterinary pharmacology and therapeutics. John Wiley & Sons.
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OMAR A. LOPEZ RAMIREZ, MV – Universidad Nacional de Colombia
Gerente de Mercadeo – Laboratorios ERMA