Protocolos anestésicos en perros y gatos: ¿qué tener en cuenta?
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La preanestesia: ¿qué se debe evaluar previamente?
Protocolos anestésicos en perros y gatos. Antes de cualquier procedimiento anestésico, se debe realizar una evaluación exhaustiva del paciente con el fin de identificar factores de riesgo y planificar una anestesia segura y personalizada.
Por ello, se debe iniciar una historia clínica rigurosa que incluya la anamnesis completa para identificar condiciones preexistentes que puedan influir en el protocolo anestésico. Se deben considerar antecedentes de enfermedades crónicas, reacciones adversas a fármacos y tratamientos en curso, incluyendo el uso de medicamentos prescritos, de venta libre y suplementos. También es esencial evaluar signos clínicos recientes y problemas crónicos, así como la información proporcionada por el propietario sobre el comportamiento postoperatorio en anestesias previas si las hay.
Parte de la historia clínica incluye el examen clínico, por lo cual el paciente debe ser examinado en un rango de 12 a 24 horas previas a la cirugía, con una reevaluación inmediata antes de la inducción anestésica si hay cambios clínicos. Este examen incluye una valoración del estado general del paciente para asegurar que es cardiovascularmente estable, por ejemplo.
Consideraciones sobre el paciente: edad, raza y temperamento
La edad es un factor determinante en la respuesta anestésica en perros y gatos. En neonatos y pacientes pediátricos, la inmadurez de sistemas fisiológicos como el hepático, renal y termorregulador requiere ajustes en la elección de fármacos y en la dosificación. Por otro lado, los pacientes geriátricos pueden presentar disfunciones cardiovasculares, hepáticas o renales que exigen una evaluación más rigurosa para minimizar complicaciones intra y postoperatorias.
Por otro lado, se ha reportado que algunas razas de perros y gatos presentan predisposiciones fisiológicas que inciden en la anestesia. Por ejemplo, los Greyhounds tienen una recuperación prolongada tras la administración de barbitúricos debido a su metabolismo hepático reducido y pueden desarrollar hipercalemia bajo anestesia. Otro ejemplo está en los perros braquicéfalos, que debido a su conformación anatómica son más propensos a desarrollar obstrucción de la vía aérea, lo que requiere una planificación cuidadosa de la intubación y del manejo anestésico.
Se ha reconocido que el temperamento es otro factor que se debe contemplar en el protocolo anestésico de perros y gatos. Por ello, pacientes ansiosos, agresivos o altamente estresados pueden requerir premedicación con sedantes o ansiolíticos para facilitar su manejo y reducir la dosis de agentes anestésicos.
La seguridad anestésica depende de una evaluación preanestésica exhaustiva, que incluye análisis de sangre, perfil bioquímico y urianálisis para evaluar la función hepática, renal y metabólica. Además, es esencial una comunicación clara con el propietario sobre los riesgos anestésicos, las medidas de mitigación, los cuidados postoperatorios y el manejo del dolor. Explicar la administración de medicamentos y los signos de alerta facilita la recuperación y mejora la adherencia a las indicaciones médicas.
Protocolo anestésico en perros y gatos
¿Qué se debe preparar para la anestesia?
En un procedimiento donde se requiere anestesiar a las mascotas, se deben administrar diferentes tipos de fármacos por fases. La primera fase es la preanestesia donde se administran medicamentos para el dolor y la ansiedad. Luego, en la inducción se empiezan a administrar anestésicos que inducen los primeros planos anestésicos. Una vez el paciente se induce, se administran anestésicos para el mantenimiento, etapa en la que se hacen los procedimientos. Una vez finalizado el procedimiento, se mantienen durante la recuperación anestésica medicamentos para el dolor o la inflamación.
Tabla 1. Fármacos comúnmente utilizados para las diferentes fases de la anestesia.
Fase | Fármacos utilizados |
Preanestesia | AINEs, opioides, alfa-2 agonistas, maropitant, gabapentina |
Inducción | Opioides, ketamina |
Mantenimiento | Bloqueos locales, Infusión continua o bolos con opioides, lidocaína, ketamina, alfa-2 agonistas |
Recuperación | AINEs, bolos de opioides o alfa-2 agonistas, maropitant, gabapentina |
Es importante que para todo procedimiento donde se realizará anestesia central se preparen los equipos necesarios para mantener estable al paciente y vigilar sus signos vitales. Esto incluye:
- Máquina de anestesia con suministro adecuado de oxígeno.
- Tubo endotraqueal del tamaño adecuado para el paciente.
- Sistema de respiración con circuito de oxígeno y absorción de CO₂.
- Laringoscopio para facilitar la intubación.
- Monitores para evaluar parámetros fisiológicos (frecuencia cardíaca, presión arterial, saturación de oxígeno, capnografía).
Protocolos anestésicos en perros y gatos: ¿cuál elegir?
El protocolo anestésico a implementar en un procedimiento en perros y gatos depende de varios factores. El primero de ellos es el tipo de procedimiento a realizar, por ejemplo, una cirugía abdominal, una amputación o una limpieza dental, que requieren un protocolo anestésico diferente. Otro factor a considerar son las condiciones fisiológicas de cada paciente (Edad, raza, enfermedades) que pueden requerir modificaciones de los protocolos.
De igual forma, la elección de un protocolo anestésico también está ligada a la disponibilidad de los fármacos y de equipos para la anestesia. Por último, se deben considerar la farmacodinamia y la farmacocinética de cada uno para elegir el más adecuado. Los protocolos anestésicos que se administran por vía intravenosa en perros y gatos se resumen en la tabla 2.
Tabla 2. Protocolos anestésicos intravenosos para la inducción en perros y gatos. Adaptado de Grubb et al., 2020.
Fármaco | Precaución | Comentarios |
Propofol | Causa depresión cardiorrespiratoria dependiente de la dosis | Inicio rápido, corta duración, fácil de titular. Repetir dosis es seguro tanto en gatos como en perros. |
Alfaxalona | Causa depresión cardiorrespiratoria dependiente de la dosis | Inicio rápido, corta duración, fácil de titular. Puede administrarse IM como sedante. |
Etomidato | Reducir dosis coadministrando con 0.2–0.4 mg/kg de midazolam o diazepam. Puede causar mioclonías, vocalización, irritación en venas y flebitis. Puede producir supresión suprarrenal | Ideal para pacientes con enfermedad cardiovascular significativa. Causa efectos cardiovasculares mínimos a nulos. |
Ketamina + Midazolam o Diazepam | El uso de ketamina sola puede causar rigidez muscular y exacerbar ciertos tipos de arritmias y convulsiones. Efectos mitigados con la adición de benzodiazepinas. La ketamina es eliminada parcialmente sin cambios por el riñón, usar con cuidado en gatos con insuficiencia renal. | Frecuentemente administrada en una proporción de 1:1. |
Ketamina + Propofol | Igual que cada droga utilizada individualmente. Puede reducir efectos adversos (ej.: depresión respiratoria inducida por propofol o rigidez muscular por ketamina). | Combinar 2–4 mg/kg de cada fármaco en la misma jeringa y dosificar a 2–4 mg/kg de la combinación. |
Tiletamina y Zolazepam | Sin sedantes adicionales, puede causar recuperación prolongada o disforia. | Los efectos fisiológicos son similares a aquellos del sedante-propofol. |
Otros protocolos anestésicos comúnmente utilizados son las combinaciones de anestésicos para administración intramuscular. Estos se indican en perros y gatos sanos para la inducción o en procedimientos que requieren sedación. Los más comunes pertenecen al grupo de las benzodiacepinas o los antagonistas de los receptores NMDA, como lo resume la tabla 3.
Tabla 3. Fármacos comúnmente usados en la anestesia intramuscular de perros y gatos. Adaptado de Grubb et al., 2020.
Combinaciones de fármacos | Comentarios | Ejemplo de dosificación |
Dexmedetomidina + Ketamina + Opioide a elección | Más usado en gatos, aunque también es aceptable para perros pequeños (el volumen puede ser grande para la inyección IM en perros medianos o grandes). | Tip rápido: Generalmente dosificado en aproximadamente 0.1–0.2 mL por 4.5 kg de peso del paciente para cada fármaco. El extremo bajo de la dosis se usa para sedación moderada y el extremo alto para inducción o anestesia ligera. En perros, la dosis de dexmedetomidina puede disminuir ligeramente y el volumen del opioide aumentar, dependiendo del fármaco seleccionado. |
Tiletamina y Zolazepam | Administrar con un sedante (p. ej., dexmedetomidina) o en un paciente ya sedado para disminuir la dosis y reducir el riesgo de recuperaciones difíciles. | Precauciones: Puede causar recuperación prolongada o disfórica, especialmente en perros no sedados. Puede irritar en la inyección. Las precauciones son similares a las de la ketamina, y los mismos efectos adversos se alivian porque está combinado con una benzodiazepina. |
Dexmedetomidina + Tiletamina y Zolazepam + Butorfanol | Precauciones: Combinación potente, dosificar cuidadosamente. | Nota: El butorfanol proporciona solo analgesia leve; usar protocolos analgésicos multimodales. |
Efectos adversos en los protocolos anestésicos
Los efectos adversos más comunes de la anestesia veterinaria incluyen depresión respiratoria, hipotermia, bradicardia, hipotensión y vómitos durante la recuperación. Estos efectos pueden comprometer la salud del paciente si no son vigilados y controlados atentamente por el veterinario.
Se ha encontrado que la clasificación ASA de los pacientes es una herramienta pronóstica valiosa y puede recomendarse para identificar un mayor riesgo de mortalidad anestésica hasta 24-72 h después de la anestesia y un mayor riesgo de desarrollar hipotermia intraoperatoria grave. Al clasificar a los pacientes en el sistema ASA, se pueden prevenir efectos adversos de la anestesia.
La monitorización continua de parámetros como la frecuencia cardíaca, la saturación de oxígeno y la temperatura corporal son aspectos cruciales para detectar y corregir a tiempo. Además, un manejo cuidadoso durante la inducción, mantenimiento y recuperación anestésica puede reducir significativamente la incidencia de estos efectos secundarios, garantizando una experiencia anestésica más segura.Así mismo, existen medicamentos antagonistas que resultan esenciales porque permiten revertir los efectos de los agentes anestésicos o sedantes, reduciendo el tiempo de recuperación y minimizando riesgos asociados a una sedación prolongada. Estos fármacos son particularmente útiles en situaciones de emergencia o cuando los efectos del anestésico resultan más intensos de lo esperado. Para perros y gatos, ejemplos de antagonistas incluyen atipamezol, utilizado para revertir los efectos de la dexmedetomidina, y la naloxona, que revierte los efectos de los opioides.
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Referencias
- Bednarski, R. M. (2015). Dogs and cats. Veterinary anesthesia and analgesia: the fifth edition of Lumb and Jones, 817-826.
- Grubb, T., Sager, J., Gaynor, J. S., Montgomery, E., Parker, J. A., Shafford, H., & Tearney, C. (2020). 2020 AAHA anesthesia and monitoring guidelines for dogs and cats. Journal of the American Animal Hospital Association, 56(2), 59-82.
- Portier, K., & Ida, K. K. (2018). The ASA physical status classification: what is the evidence for recommending its use in veterinary anesthesia? —A systematic review. Frontiers in veterinary science, 5, 204.
- Pye, E., & Ward, R. (2023). Hyperkalaemia in a greyhound under general anaesthesia. Veterinary Record Case Reports, 11(2), e585.
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OMAR A. LOPEZ RAMIREZ, MV – Universidad Nacional de Colombia
Gerente de Mercadeo – Laboratorios ERMA