Bacterias en Cojeras de Bovinos y su Tratamiento
Uno de los problemas que se presentan con mayor frecuencia en las explotaciones bovinas de leche en Latinoamérica son las cojeras por ulceras en las pezuñas, conocido como Pododermatitis infecciosa Bovina (PIB) (Gabarro o Sabañón), es una enfermedad infecciosa caracterizada por laminitis severa e inflamación difusa o localizada del corion. Esta genera mucho dolor e incluso hasta cojera en los bovinos al ser ocasionada por alteraciones metabólicas, traumáticas o infecciosas.
Con respecto a este problema ha existido gran confusión por la cantidad de factores predisponentes asociados a su etiología y patogenia. EI cuadro clínico es también variable, se han descrito lesiones que penetran en la pezuña y en muchos casos lIegan a alcanzar al hueso; mientras que en otros, aunque el casco de la pezuña se encuentra en buen estado, el animal presenta cojera evidente.
Fisiopatología y Etiología
El primer informe de un organismo filamentoso similar a una espiroqueta dentro de las lesiones de la pododermatitis infecciosa fue descrita en 1988. Pronto se descubrió que estos organismos pertenecían a la especie Treponema convirtiéndose en la primera especie bacteriana implicada en la etiología de la PIB bovina. Los estudios realizados con base a la Treponema sp. asociada a PIB también han identificado que tiene la capacidad de causar enfermedades al alterar las funciones inmunitarias innatas y de reparación de heridas de los macrófagos bovinos.
A pesar de toda la evidencia de la presencia de Treponema como el agente causal de la PIB las predicciones aún no se han cumplido. Diferentes intentos de inducir lesiones de PIB con cultivos puros de la bacteria han fallado en gran medida en inducir la enfermedad con el tamaño característico y la gravedad de las lesiones que ocurren naturalmente.
Por estas razones, muchos otros organismos han sido estudiados para determinar la importancia de uno específico con capacidad para causar la enfermedad. Se han cultivado varias especies de Campylobacter, así como Dichelobacter nodosus a partir de lesiones PIB y de bovinos normales. Varios investigadores han utilizado técnicas de fluorescencia in situ para determinar el nivel de invasión de tejido de varios patógenos potenciales como D. nodosus la cual se encontró en el 27% de la lesiones y Fusobacterium necrophorum en el 51% de las lesiones sin embargo se encontró que su nivel de invasión era mínimo en los tejidos evaluados. La detección bacteriana por PCR encontró a la bacteria D. nodosus en el 100 % de las lesiones de PIB, pero también en el 60 % como habitante normal de la piel en animales sanos.
De manera similar, un estudio en bovinos utilizando PCR específica encontró que el F. necrophorum se presentaba en el 44% de las lesiones de PIB pero también encontró que el 32% de las pezuñas sanas también eran positivas para este tipo de bacteria. Etiologías virales, como el virus del papiloma bovino, se han propuesto como un patógeno potencial, pero varios estudios no han encontrado evidencia de participación viral.
El uso de nuevas técnicas ha proporcionado la capacidad de determinar la abundancia relativa de todas las bacterias dentro de las lesiones de PIB sin buscar objetivos específicos. En una comparación en cuanto a las lesiones de PIB con la piel bovina normal, se encontró un alto número de Treponema sp. y Bacteroides sp. en las lesiones de PIB frente a la microbiota normal de la piel bovina compuesta por Moraxella y Corynebacterium. Un grupo de investigadores siguieron una serie de vacas durante varios años y obtuvieron biopsias de lesiones PIB a medida que se desarrollaron desde la piel normal hasta lesiones de PIB. Se identificaron 11 familias que componen al menos el 5% de la microbiota en las distintas etapas del desarrollo de la lesión. La familia Spirochaetaceae aumentó dramáticamente de solo 1,3% en pezuñas del grupo control hasta 69,7% en lesiones clínicas. A medida que las lesiones se desarrollaron a partir de pezuñas normales a enfermas se detectó un aumento en varias familias bacterianas previamente implicadas, incluidas las bacterias Mycoplasma sp., Porphyromonas sp y Campylobacter sp. En cuanto a las espiroquetas se encontró un cambio en la cantidad de Treponema en las lesiones preclínicas versus las lesiones clínicas; La Treponema sp. que previamente se encontraban en cantidades muy bajas (<3%) en lesiones comprendían más del 65% de la población en lesiones clínicas.
Aunque existe una presencia constante de gran cantidad de Treponema sp. en las lesiones de PIB una vez que se intentaba inducir la enfermedad mediante la inoculación cutánea con los cultivos de estos microorganismos se ha fallado en gran medida en dar como resultado una enfermedad significativa en la mayoría de los animales inoculados.
Varios equipos de investigación han reconocido que la composición de las bacterias asociadas a la PIB tiene similitudes notables con las de la enfermedad periodontal humana. Los primeros colonizadores de la enfermedad periodontal incluyen la presencia de cocos gran positivos, seguidos de una oleada de bacilos gran positivos y gramnegativos y finalmente los bacilos gran negativos anaerobios. Los primeros y medianos colonizadores comparten superposición notable con organismos que se aíslan de forma rutinaria de las lesiones de PIB, incluidos Campylobacter sp., Bacteroiodes sp. y Fusobacterium sp. Este proceso es crítico para entender el desarrollo de la enfermedad dado que los colonizadores bacterianos posteriores son en gran parte microaerófilos o anaeróbicos y no crecen fácilmente en el ambiente aeróbico inicial de la piel de la pezuña del ganado.
Además, a medida que estos organismos hacen la transición del microambiente a uno anaeróbico, también hacen la transición de los perfiles metabólicos generales de una comunidad de bacterias principalmente sacarolíticos (usan glucosa y azúcares para obtener energía) a uno que depende más del metabolismo proteolítico de las proteínas. Se cree que esta transición en el metabolismo local es fundamental para proporcionar un entorno para la colonización de los colonizadores posteriores de ambos procesos patológicos que incluyen el Treponema sp. y Porphyromonas sp.
Opciones de Tratamiento Farmacológico
Las sensibilidades in vitro a la penicilina fueron mejores para la Treponema, y hay datos que sugieren que la penicilina procaínica sistémica por vía intramuscular; 3 días; 18.000 U/kg; dos veces al día, mejora las lesiones clínicas.
En un ensayo comparativo publicado entre la Oxitetraciclina y el Ceftiofur sódico que cumple con los criterios de notificación para esta revisión aunque sin un control negativo, se comparó la administración de Ceftiofur sódico, 1.0 mg/kg IM cada 24 horas durante 3 días, con Oxitetraciclina, 6.6 mg/kg IM cada 24 horas durante 3 días. Después de 10 días los resultados fueron los siguientes, los bovinos tratados con Ceftiofur tuvieron una tasa de recuperación de un 73% y el grupo tratado con Oxitetraciclina una tasa de recuperación del 68% así que en el estudio se consideró que no hubo diferencias significativas en las puntuaciones de los tratamientos. Estos resultados sugieren que la Oxitetraciclina es efectiva en el tratamiento de la PIB con base en sus resultados muy similares a los del ceftiofur.
Productos recomendados ERMA – OXITETRACICLINA LA y FLUVIPEN
—
Bibliografía
- Apley, M (2015). Clinical Evidence for Individual Animal Therapy for Papillomatous Digital Dermatitis (Hairy Heel Wart) and Infectious Bovine Pododermatitis (Foot Rot). Veterinary Clinics of North America, Food Animal Practice, 31, pg 81–95
- Plummer, P y Adam Krull, A (2017). Clinical Perspectives of Digital Dermatitis in Dairy and Beef Cattle. ). Veterinary Clinics of North America, Food Animal Practice, 33, pg 165–181.
Felipe Gamboa, MV, ULS
PhD en Farmacología y Toxicología
Director de Asuntos Regulatorios – Laboratorios Erma S.A.