Dermatitis Alérgica por Pulgas (segunda parte)
El cuadro clínico de dermatitis alérgica por picadura de pulga se produce en un gran porcentaje en perros y gatos de todas las razas. Se manifiesta cuando las pulgas perforan la piel del hospedador para alimentarse al mismo tiempo que inyectan su saliva altamente irritante que contiene muchas sustancias proteolíticas (Histolisinas, anticoagulantes, etc.), que actúan como antígeno proteico o hapteno (antígeno incompleto), que al unirse con el colágeno de la dermis de la piel se transforman en antígenos alergénicos.
Estos son captados por las células de Langerhans intraepiteliales y migran a través de los vasos sanguíneos a ganglios linfáticos cercanos, el antígeno es presentado a linfocitos T, de modo que estos se activan y reclutan la ayuda de células Th2 para la producción de Ig E en los linfocitos B, que sensibilizan a las células cebadas para liberar sustancias como la histamina que generan alergias, provocando que el escozor se manifieste en el animal y se rasque intensamente. Con la consiguiente formación de heridas, complicándose posteriormente con infecciones bacterianas, dando lugar a una dermatitis húmeda infecciosa e incluso purulenta.
En los casos crónicos se aprecia engrosamiento e hiperpigmentación de la piel. En la primera picadura no se produce ninguna reacción, pero el animal queda sensibilizado para la segunda exposición donde se desencadena una dermatitis inmunopatológica, debido a la complejidad de la reacción antígeno anticuerpo, originando un proceso inflamatorio local caracterizado por eritema, edema.
La reacción alérgica puede manifestarse en forma inmediata (tipo I) 15 minutos después de la picadura, o de forma mediata (tipo IV), 14 – 48 horas después. En perros hipersensitivos una sola pulga al picar puede desencadenar cuadros severos de alergia, lo que indica que el grado de irritación es directamente proporcional al grado de hipersensibilidad el cuál varía entre animales.
En cuanto a la anamnesis, el motivo de consulta más frecuente, es el prurito con lamido, masticación y mordedura compulsiva en particular en la región pélvica. El interrogatorio debe incluir las medidas de control previas, así como el contacto con otros animales o el medio en el que vive el animal.
Las complicaciones secundarias a menudo son el motivo de la visita. Las piodermas superficial o profunda suelen estar presentes y agravar el prurito.
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Literatura citada:
- Cutaneous Hypersensitivity Dermatoses in the Feline Patient: A Review of Allergic Skin Disease in Cats. Diesel A.Vet Sci. 2017 May 9;4(2):25. doi: 10.3390/vetsci4020025.
MV. MSc. Marco Leal García, para Laboratorios ERMA