Mi Perro tiene EHRLICHIOSIS
De infección aguda a enfermedad crónica.
EHRLICHIOSIS es una enfermedad de distribución prácticamente mundial que ha sido denominada de varias formas así: pancitopenia tropical canina, tifus canino y fiebre hemorrágica. La ehrliquia es una bacteria rickettsial intracelular obligada con trofismo por las células hemopoyéticas.
Fue reportada inicialmente en Argelia en 1935. Es transmitida principalmente por vectores como las garrapatas, principalmente del género R. sanguineus, está hemobacteria ingresa a los monocitos mediante un proceso de endocitosis mediante la generación de un fagosoma, una vez dentro empieza su replicación sin ser detectada por los lisosomas al interior de las células, cuando el fagosoma se llena de ehrliquias se rompe y libera nuevos microorganismos a la circulación.
Las fases de la enfermedad se pueden dividir en 3: la fase aguda está caracterizada por unos síntomas inespecíficos donde se presenta trombocitopenia, leucopenia, anemia leve y fiebre, estos signos pueden desaparecer espontáneamente sin ningún tipo de tratamiento; la fase subclínica puede llevar de 20 a 140 días y es asintomática y sin fiebre y finalmente la fase crónica se caracteriza por hipoplasia de la medula ósea, trombocitopenia, hemorragias, nefropatías, hepatomegalia, cojeras, linfaadenopatía y signos oculares. Algunos de los signos que se pueden presentar son uveitis anterior, petequias en la región abdominal, edemas en los miembros posteriores, hemorragias nasales, anorexia, ictericia entre otros signos. Respecto a la cronología de la enfermedad Se tienen los siguientes datos: la incubación tarda de 8 a 20 días coma y la fase aguda de 2 a 4 semanas, la fase subclínica de meses a años y la fase crónica puede tardar varios años. Debemos considerar que algunos perros pueden no mostrar signos clínicos o de laboratorio asociados a la enfermedad mientras que otros perros pueden mostrar signos graves.
Por la capacidad que tiene esta hemobacteria de ocultarse al sistema inmune su diagnóstico Puede no resultar tan obvio, se requiere laboratorios clínicos de rutina, frotis sanguíneo, serología y diagnóstico PCR. Es difícil detectar está hemobacteria en un frotis de sangre, la probabilidad es del 4 al 6%, por eso se requieren métodos más sensibles como el PCR. La mayor probabilidad de encontrar mórulas se da en aspirados de ganglios linfáticos alcanzando un 50% de probabilidades de detección. No siempre un resultado serológico positivo indica que el animal tenga la enfermedad en curso sino que puede indicar una infección pasada, los títulos de anticuerpos pueden durar varios meses o años.
Para el tratamiento los fármacos más indicados son las tetraciclinas y de ellas específicamente la doxiciclina en dosis de 2.5 a 5 miligramos por kilo cada 12 horas o 10 miligramos por kilo cada 24 horas y un tratamiento por lo menos por mes y medio. Este tratamiento es vía oral y debe administrarse con el estómago lleno debido a que este medicamento puede generar gastritis. Adicionalmente se debe tener en cuenta la administración de antiinflamatorios como la prednisolona por 5 días. La administración de complejo B oral ayuda a restablecer la población de glóbulos rojos al estimular la eritropoyesis a nivel de la medula ósea, por eso es recomendable ayudar al animal con estos medicamentos.
Las medidas profilácticas para la prevención de esta enfermedad deben centrarse en el control de las garrapatas y por supuesto en la infestación que puedan sufrir los perros cuando salen a ambientes donde prevalezcan estos vectores. El pronóstico de la enfermedad es bueno cuando se trata en la fase aguda pero en los casos en los que la enfermedad ha alcanzado la etapa crónica el pronóstico es reservado, cuando se ve afectada la médula ósea y hay niveles bajos de células sanguíneas es probable que el animal no responda al tratamiento.
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OMAR A. LOPEZ RAMIREZ, MV – Universidad Nacional de Colombia
Gerente de Mercadeo – Laboratorios ERMA