Hidratación en equinos: ¿qué debemos considerar para su manejo?
La hidratación en equinos es un tema crucial en su salud que debe ser evaluado correctamente para prevenir y tratar los estados de desequilibrio hídrico.
En los equinos existen muchas enfermedades que tienen desbalances en los fluidos corporales, por lo cual se observan alteraciones en los electrolitos, el equilibrio ácido base y en el estado de hidratación de los animales.
La deshidratación es un proceso donde el cuerpo de los equinos pierde más líquidos de los que absorbe. Este proceso de pérdida de fluidos reduce su circulación en sangre y en los órganos. De forma similar, los desbalances electrolíticos ocurren por pérdida de estos, siendo los más frecuentes la hiponatremia (pérdida de sodio), hipocalemia (pérdida de potasio), hipocalcemia (pérdida de calcio), hipocloremia (pérdida de cloro) y la hipofosfatemia (pérdida de fósforo).
Adicionalmente, los equinos con algunas entidades pueden entrar en desbalances ácido base, desarrollando acidemia o alcalemia que comprometen su funcionamiento metabólico.
Finalmente, existe la disminución de la presión oncótica donde los equinos desarrollan hipoalbuminemia o hipoproteinemia. Esta pérdida de proteínas circulantes se da comúnmente en enfermedades gastrointestinales, renales, pulmonares, hepáticas de forma severa. También, los equinos pueden sufrir disminución de la presión oncótica por estados severos de desnutrición o inanición.
En ciertas condiciones, estos desbalances hídricos, electrolíticos, de ácido base o de presión oncótica pueden suceder simultáneamente.
Importancia del balance hídrico en equinos
El volumen de mantenimiento de fluidos en el equino ha sido calculado entre 40 y 60 mL/Kg cada día. En condiciones normales, los equinos mantienen la homeostasis mediante el consumo de agua. En condiciones de calor, este consumo aumenta considerablemente para compensar las pérdidas normales por sudoración, orina y respiración.
Sin embargo, hay situaciones donde se pueden perder líquidos corporales aceleradamente. Las principales causas de la deshidratación en equinos se dan por la pérdida excesiva de fluidos o por una inadecuada ingesta de estos.
Entre estas situaciones, la diarrea, la poliuria, hemorragias o sudoración excesiva son las principales causas de pérdida significativa de fluidos en los equinos. Adicionalmente, en el caso de los equinos cuyo fin zootécnico es deportivo, estos pueden tener deshidratación hipotónica debido a la pérdida de agua y sodio por la sudoración excesiva.
Los efectos sistémicos que se observan en un equino deshidratado inician por dos factores: primero, el déficit hídrico altera el metabolismo en los tejidos y segundo, reduce el contenido de agua libre en la sangre.
En situaciones de deshidratación, el cuerpo responde movilizando agua intracelular y de los espacios intersticiales hacia el torrente circulatorio. De esta manera, se busca mantener el equilibrio hídrico hacia órganos vitales (corazón, sistema nervioso central). Esta respuesta fisiológica en un equino con deshidratación se traduce en signos clínicos visibles en un examen clínico.
¿Qué signos clínicos tiene un equino deshidratado?
El signo clínico de deshidratación que se evidencia inicialmente en equinos es la sequedad de la piel y las mucosas. Así mismo, se puede observar la retracción del globo ocular y un retraso en el retorno del pliegue de la piel.
Estos signos son más notorios en procesos de deshidratación de varios días. Los casos agudos o hiperagudos de deshidratación en equinos no manifiestan estos signos, sino otros a nivel metabólico y cardiovascular.
En casos severos pude haber disminución del volumen circulante en sangre, lo que lleva a hemoconcentración. Este aumento en la viscosidad de la sangre dificulta la circulación de vasos periféricos por lo que los equinos pueden tener signos neurológicos, colapso y muerte.
Al tiempo que se instaura una terapia de fluidos para corregir la deshidratación, se deben implementar planes diagnósticos y terapéuticos que corrijan o contrarresten la enfermedad de base. Además, la terapia de fluidos debe estar enfocada en cada patología (enfermedad renal, quemaduras, enfermedad pulmonar, etc.).
¿Cuáles son los grados de deshidratación en equinos?
Para iniciar un plan terapéutico en un equino con deshidratación se debe calcular el volumen que ha perdido. De esta manera, mediante semiología y en complemento con exámenes de monitoreo, se puede obtener el porcentaje de deshidratación en un equino.
Los grados de deshidratación se calculan en porcentaje y rangos. De manera general, para un caballo de peso promedio de 400 Kg, pueden identificarse así los porcentajes de deshidratación:
- 0 al 5%: no hay signos detectables. Sin embargo, la pérdida de líquidos puede estar entre 0 a 24 litros.
- 5%: hay retraso en el retorno del pliegue de la piel, tiempo de llenado capilar ligeramente aumentado, membranas mucosas secas. En este caso, el equino puede presentar una pérdida de fluidos de 24 litros aproximadamente.
- 8 al 10%: tiempo de llenado capilar prolongado, pueden aparecer signos de shock (taquicardia, pulso débil, retardo del retorno venoso). El equino puede cursar con una pérdida de 32 a 40 litros de fluidos.
- 12 al 15%: signos de shock hipovolémico, descompensación, el equino puede parecer moribundo y la muerte es inminente. Los equinos con deshidratación severa pueden tener un déficit de 48 a 60 litros de líquidos.
Deshidratación estimada (%) | Frecuencia cardiaca (latidos/minuto) | Tiempo de llenado capilar (seg) | PCV/Proteínas totales | Creatinina (mg/dL) |
6 | 40-60 | 2 | 40/7 | 1.5-2 |
8 | 61-80 | 3 | 45/7.5 | 2-3 |
12 | 81-100 | 4 | 50/8 | 3-4 |
12 | >100 | >4 | >50/>8 | >4 |
- PCV: Volumen celular empaquetado (packed cell volumen). Tomado y adaptado de Reed, S. M., Bayly, W. M., & Sellon, D. C. (2017).
Hidratación en equinos: aspectos a considerar
La evaluación por semiología del estado de hidratación de los equinos permite una aproximación al porcentaje de deshidratación que puedan tener. Una vez realizado, se debe calcular el volumen a reponer de fluidos, por lo que se usa comúnmente la fórmula de:
% deshidratación x Peso corporal (Kg) = déficit de fluidos (Litros)
Por ejemplo para un caballo de 400kg de peso con una deshidratación del 6% el cálculo de líquidos necesarios solo para corregir la deshidratación sería: 0,06 x 400 = 24 litros.
Así mismo, la velocidad de hidratación y la solución a elegir dependen de cada caso particularmente. Se debe hacer una reposición de acuerdo con el volumen perdido, la enfermedad de base y al estado general del equino. Adicionalmente, hay recomendaciones que brindan una terapia de fluidos óptima:
- Evaluar periódicamente los signos clínicos de deshidratación para analizar la respuesta al tratamiento y corregir
- Realizar exámenes hematológicos, de electrolitos, gases arteriales y bioquímicos para evaluar el estado metabólico del paciente. Monitorizar la presión venosa, arterial, lactato sanguíneo, glucosa sanguínea, gasto cardiaco y analítica urinaria
- Examinar frecuentemente al equino para prevenir edema pulmonar o estrés de las vías aéreas por sobrehidratación
- Utilizar un calibre correcto de aguja, catéter y fijarlos a la piel manteniendo máximos estándares de asepsia
- Evaluar la solución de hidratación considerando déficits electrolíticos, de glucosa o alteraciones del estado ácido base
Entre las soluciones que se pueden administrar hay de reposición como Solución Ringer-Lactato, solución salina (Cloruro de sodio al 0.9%), solución de Ringer y Normosol, entre otras, que reponen fluidos y electrolitos. Así mismo, existen soluciones de mantenimiento como Cloruro de sodio al 0.45% con dextrosa al 2.5% o solución de dextrosa al 5% que brindan un aporte energético adicional al equino en terapia de fluidos. Existen también las soluciones mixtas que aportan además de electrolitos, dextrosa, vitaminas y aminoácidos como el DEXTROMIN RB12 que son ideales también para recuperar a los animales que están deshidratados y además presentan debilidad y falta de apetito o problemas anémicos.
LA VELOCIDAD DE ADMINISTRACIÓN DE LÍQUIDOS
Ésta dependerá del grado de deshidratación y la urgencia de reponer los líquidos perdidos, se puede recomendar administrar 50 mL/kg/hora para la primera hora y luego disminuir a 15-30 mL/kg/hora pero siempre debe prevalecer el criterio del médico veterinario tratante y del grado de deshidratación.
Conclusiones
Las enfermedades en equinos pueden desencadenar desequilibrios hídricos, electrolíticos y ácido-base. La deshidratación, manifestada por signos como sequedad en la piel y mucosas, puede llevar a hemoconcentración y shock hipovolémico. La evaluación clínica, cálculo preciso del déficit de líquidos y terapia adecuada son cruciales para tratar esta condición.
Para una óptima reposición de fluidos y electrolitos, se requiere la monitorización constante de signos vitales y pruebas sanguíneas. Además, la selección adecuada de soluciones de hidratación y el seguimiento periódico son esenciales para garantizar la recuperación del equino. Con estas medidas, se busca restaurar el equilibrio hídrico y metabólico, asegurando la salud y bienestar de los equinos afectados por la deshidratación y sus complicaciones.
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REFERENCIAS
- Smith, B. P. (Ed.). (2014). Large animal internal medicine-E-Book. Elsevier Health Sciences.
- Constable, P. D., Hinchcliff, K. W., Done, S. H., & Grünberg, W. (2016). Veterinary medicine: a textbook of the diseases of cattle, horses, sheep, pigs and goats. Elsevier Health Sciences.
- Reed, S. M., Bayly, W. M., & Sellon, D. C. (2017). Equine Internal Medicine-E-Book. Elsevier Health Sciences.
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OMAR A. LOPEZ RAMIREZ, MV – Universidad Nacional de Colombia
Gerente de Mercadeo – Laboratorios ERMA