De la radiografía convencional a la tomografía computarizada en el diagnóstico de tumores nasales en pequeños animales
En el diagnóstico de las afecciones oncológicas nasales de los animales domésticos la radiografía ha sido el método comúnmente utilizado, sin embargo para algunas patologías no resulta ser la mejor opción. La tomografía computarizada (TC) ha demostrado ser más específica y ayudar de manera más exacta al médico veterinario en el diagnóstico y muchas veces el tratamiento de estas enfermedades. La TC tiene como ventajas una mayor resolución y un contraste que permite detectar de manera más exacta los cambios o alteraciones de las estructuras implicadas. Adicionalmente sirve para orientar de manera más precisa exámenes como rinoscopias, broncoscopias e incluso intervenciones quirúrgicas.
En la cavidad nasal de los perros existen diferentes tipos de células lo que puede favorecer la aparición de tumores, dentro de los más comunes están los carcinomas y dentro de esa categoría el más común es el adenocarcinoma. Para realizar un diagnóstico definitivo del tipo de tumor es necesario realizar una biopsia, pero muchas veces con la TC se puede llegar a una aproximación muy precisa del tipo de tumor por las afectaciones que suele causar en las estructuras anexas. Generalmente hay daño en los huesos faciales y una obvia alteración con aumento en la opacidad de los cornetes nasales, así como también se puede encontrar acumulación de líquidos en los senos frontales cambiando la opacidad de un área que normalmente tiene aire. Se puede también observar una obstrucción de la apertura nasofrontal. La TC permite hacer una aproximación más exacta a todas las estructuras debido a que elimina la superposición de las estructuras adyacentes y facilita un diagnóstico más certero.
En algunas ocasiones la TC favorece mediante la guía de una rinoscopia la toma de la biopsia o según el tamaño del tumor puede indicar el uso de la ecografía como método para tomar la muestra de tejido. En ocasiones es necesario recurrir a medios de contraste para delimitar y poder evaluar lo invasivo del tumor, los sarcomas que se pueden encontrar en las fosas nasales pueden ser condrosarcomas, osteosarcomas, osteocondrosarcomas, así como también sarcomas de las partes blandas. La diferenciación de carcinomas y sarcomas basados únicamente en imagenología no es posible puesto que ambos tumores comparten características muy similares.
En el gato el carcinoma y linfoma nasal son los más frecuentes, algunos de los hallazgos más comunes en estos casos son: desviación del tabique nasal, pérdida de la definición de los cornetes nasales, cambios óseos con lisis de los huesos paranasales e incluso pérdida de dientes.
En los gatos generalmente se afectan ambas fosas nasales y dependiendo de la agresividad del tumor pueden verse comprometidos los huesos maxilar, palatino, lagrimal e incluso llegar a la órbita ocular.
Hoy existen los métodos diagnósticos idóneos para detectar y tratar las diferentes patologías que se pueden presentar en nuestras mascotas, algunos exámenes resultan un poco costosos por la escases de oferta de equipos de TC y la alta inversión que requieren estos servicios, pero el FUTURO ES AHORA, y debemos concientizar a los tutores en la responsabilidad de realizar los diagnósticos y tratamientos que garanticen la salud y bienestar de sus animales.
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OMAR A. LOPEZ RAMIREZ, MV – U. NACIONAL DE COLOMBIA
Gerente de Mercadeo – Laboratorios ERMA