Trastornos VitaminaB12: Un diagnóstico cada vez más frecuente en Perros
Los trastornos relacionados con el metabolismo de la cobalamina (vitamina B12) se reconocen cada vez más en la medicina de pequeños animales. Las causas de la deficiencia de cobalamina en perros varían desde enfermedades gastrointestinales (GI) crónicas hasta defectos hereditarios en el metabolismo de la cobalamina. La cianocobalamina (vitamina B12) es esencial para el crecimiento, reproducción celular, hematopoyesis y para la síntesis de nucleoproteínas y mielina, ya que juega un importante papel en la síntesis de bases para el ADN. Es fundamental para la maduración normal a nivel hematopoyético, por su papel en la síntesis de los folatos. Debido a ellos los efectos de la deficiencia de esta vitamina suelen verse primero en los glóbulos rojos. En estado de deficiencia marcada puede aparecer incluso leucotrombopenia. El término cobalamina se refiere a una familia de compuestos con una estructura determinada en torno a un átomo central de cobalto (Co), de allí su nombre (Cobalamina). La hidroxicobalamina y la cianocobalamina (vitamina B12) son formas no fisiológicas de la cobalamina; en el organismo se transforman de forma espontánea en metil y 5′ desoxiadenosil que son las formas fisiológicamente activas y coenzimas de la vitamina B12.
Las plantas y los productos vegetales prácticamente no contienen cobalamina, considerando que los rumiantes y otros herbívoros pueden producir suficiente cantidad de cobalamina en sus intestinos hay que tener en cuenta que los animales omnívoros o carnívoros, incluidos los perros y gatos, no pueden producir cobalamina. Debido a esto la mayoría de los alimentos comerciales para mascotas, incluidos los veganos o dietas vegetarianas, se complementan con cobalamina variando por supuesto sus concentraciones. La recomendación del Consejo Nacional de Investigación (NRC 2006) para la fortificación con cobalamina es de 35 μg/kg de materia seca para dietas caninas, independientemente de la etapa de vida del perro.
Absorción, Metabolismo y Eliminación
Para la absorción de la Vitamina B12 el tracto gastrointestinal del perro está provisto de un sistema complejo. En el estómago la vitamina B12 es liberada del alimento por digestión péptica, proceso esencial para la absorción normal de ésta. Una vez liberadas del alimento, las cobalaminas y sus análogos son unidas por las cobalofilinas que son proteínas de alto peso molecular con una elevada afinidad de unión al pH ácido de las secreciones gástricas. En el estómago además se produce la secreción, por las células parietales y el cardias del factor intrínseco (FI), que es una glicoproteína termolábil, ya en intestino la Vitamina B12 es expuesta a las proteasas pancreáticas, y la vitamina B12 se une al FI para formar el complejo vitamina B12-FI. Estos complejos son muy resistentes a la digestión, por lo que transitan a través del intestino delgado hasta llegar al íleon, que es el sitio de absorción de la cobalamina, ya que los enterocitos ileales son altamente específicos para esta función y es el sitio en el cuál la cobalamina se absorbe. En cuanto al metabolismo se puede decir que para que la cianocobalamina pueda ser útil para la célula debe ser convertidas en 5′ desoxiadenosil y metilcobalamina, las formas coenzimáticamente activas de la cobalamina. Cualquier alteración en estos pasos puede producir defectos hereditarios del metabolismo de la vitamina B12 . En cuanto a la excreción de la cobalamina hay que tener en cuenta que las reservas corporales de cobalamina en perros superan con creces la cantidad de cobalamina que normalmente se pierde a través del tracto intestinal. La cobalamina sufre excreción biliar (unida a la haptocorrina) y una gran cantidad de cobalamina realiza recirculación enterohepática. La filtración glomerular renal del complejo transcobalamina II-cobalamina es seguida por reabsorción tubular para minimizar las pérdidas urinarias de cobalamina en el túbulo renal proximal que tiene una alta afinidad por el complejo transcobalamina II-cobalamina la cuál media la reabsorción renal y la retención de cobalamina. La cobalamina libre se excreta en la orina.
Condiciones Asociadas con una Estado Subóptimo de Cobalamina
La hipocobalaminemia y la deficiencia de cobalamina pueden tener una variedad de causas en perros incluyendo insuficiencia pancreática exocrina (IPE), enfermedad ileal grave crónica, síndrome de colón irritable, linfoma alimentario o histoplasmosis gastrointestinal y colitis ulcerativa. No hay casos reportados de deficiencia de cobalamina de origen dietético en perros.
Hallazgos clinicopatológicos y presentación clínica
La edad de presentación y los signos clínicos en perros afectados varía, la mayoría de los perros afectados muestran signos clínicos cuando son cachorros y una pequeña proporción de forma tardía. Dentro de los signos tempranos de las deficiencias de cobalamina tenemos las anomalías en el recuento de células sanguíneas, típicamente anemia no regenerativa con megaloblastosis, neutropenia y neutrófilos hipersegmentados, además de las discrasias sanguíneas y las acidemias orgánicas asociadas con signos neurológicos, especialmente los perros con deficiencia hereditaria de cobalamina pueden mostrar signos clínicos graves, como retraso en el crecimiento, anorexia, letargo, vómitos y diarrea. La edad de los perros afectados en presentación con enfermedad clínicamente aparente también varía, la mayoría de los perros deficientes en cobalamina muestran signos clínicos tempranos y una proporción más pequeña de perros tienen un inicio más tardío de los signos clínicos.
Causas que pueden Ocasionar Hipocobalaminemia
Condiciones Hereditarias
Se ha confirmado un antecedente genético para la deficiencia de cobalamina en Schnauzers gigantes, Border Collies, Shar-Peis, Beagles, Pastores australianos, Yorkshire Terrier y también en perros mestizos. Ciertas razas de perros tienen una predisposición a hipocobalaminemia para la cual el mecanismo o la causa subyacente no ha sido dilucidado. Esta condición se clasifica como un trastorno hereditario o selectivo en el metabolismo de la cobalamina. Existen causas genética (p. ej., una mutación específica del receptor cubam) que es el receptor de la Vitamina B12 a nivel intestinal de malabsorción selectiva de cobalamina.
Predisposiciones Paciales para la Hipocobalaminemia y Deficiencia de Cobalamina
Los resultados de las pruebas de muestras de suero de 9.960 perros presentados durante un período de 13 años a un laboratorio en el Reino Unido se analizaron para determinar las predisposiciones raciales a la hipocobalaminemia, la hipofolatemia o ambas. Las razas de perros con una mayor frecuencia de hipocobalaminemia fueron los Shar-Pei, Staffordshire Bull Terrier, pastor alemán y perros de raza mixta. Por su parte los Golden Retriever poseen una probabilidad reducida para ser diagnosticados con hipocobalaminemia. Hay una mayor frecuencia de hipocobalaminemia en perros Shar-Peis y pastores alemanes en América del Norte. Una alta prevalencia de hipocobalaminemia severa en Stafford Bull Terriers y perros de raza mixta se reporta en el Reino Unido. En el estudio realizado en Norteamérica los resultados de la prueba de cobalamina sérica para el cuál se revisaron 28,675 perros de 164 razas para identificar razas con un mayor riesgo de ser identificados con hipocobalaminemia. Este estudio encontró que los galgos tienen la proporción más alta de muestras de suero enviadas para el análisis de cobalamina y también la cobalamina sérica en más bajas concentraciones en comparación con las otras 18 razas de perros que fueron significativamente más propensos a tener una concentración de cobalamina sérica por debajo de lo normal. Esto sugiere que la hipocobalaminemia o deficiencia de cobalamina ocurre con frecuencia en esta raza, lo cual es respaldado por otro estudio que indica que los galgos frecuentemente tienen hipofolatemia con o sin hipocobalaminemia.
Malabsorción Selectiva de Cobalamina
La malabsorción selectiva de cobalamina es una enfermedad congénita rara. Este síndrome se describe principalmente en Schnauzers gigantes que carecían de la expresión del complejo cobalamina-IF-receptor en el íleon y el epitelio renal. Los perros con este síndrome son incapaces de absorber la cobalamina de la dieta. Los signos clínicos clásicos son diarrea intermitente, inapetencia, mala condición corporal y retraso en el crecimiento, se manifiestan típicamente dentro del primer año de edad.
Tratamiento
La cobalamina debe complementarse siempre que la concentración sérica de cobalamina sea inferior a lo normal. La cianocobalamina se ha utilizado tradicionalmente para la suplementación, ya que está ampliamente disponible y es económica. En perros con deficiencia de cobalamina se recomienda administrarla a una dosis de 50 μg/kg SC cada 7 días o 50 μg/kg PO cada 24 h. El consenso actual es que no se produce una sobresuplementación con cobalamina o toxicidad por cobalamina. Si bien esta es una suposición razonable basada en consideraciones teóricas, no hay datos disponibles en animales de compañía para respaldar esta hipótesis. Después de comenzar la suplementación con cobalamina en perros deficientes, el apetito y el bienestar de los perros pueden volver a normalizarse dentro de 12 a 48 horas y el aumento de peso se presentará en laos días o semanas siguientes. La normalización de las anomalías hematológicas puede llevar hasta 14 días.
Protocolo de Suplementación Parenteral de Cobalamina
Inicialmente se aplican inyecciones SC semanales de 50 μg/kg de cianocobalamina (250-1500 μg dependiendo del tamaño del perro) durante un período de 6 semanas, luego una dosis adicional 1 mes más tarde, seguido de medición de la concentración de cobalamina sérica 1 mes después de la última dosis.
Protocolo de Suplementación Oral de Cobalamina
Inicialmente se administra Cobalamina (50 μg/kg PO) una vez al día (250-1000 μg en perros, dependiendo del tamaño del perro) durante un período de 12 semanas.
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Bibliografía
- Kather, S, Grützner, N, Kook, P, Dengler, F y Heilmann, R (2019). Review of cobalamin status and disorders of cobalamin metabolism in dogs. Journal of Veterinary Internal Medicine. 34, pg 13-28.
- Forrellat, M, Gómis, I y Gautier du Défaix, H (1999). Vitamina B12: Metabolismo y aspectos clínicos de su deficiencia. Revista Cubana de Hematología Inmunología y Hemoterapia, 15 (3), pg 159-174.
Felipe Gamboa, MV, ULS
PhD en Farmacología y Toxicología
Director de Asuntos Regulatorios – Laboratorios Erma S.A.